Según una nota del Blogs http://dhcuba.blogspot.com
del mes de septiembre del 2014 este individuo ha sido un constante “luchador incansable
por los derechos humanos dentro de Cuba”, es un cristiano devoto, miembro de la
iglesia bautista, entre otras acciones que al parecer intentan presentarlo como
un perseguido y, no como lo que verdaderamente es: Un desobediente, y violento
que se aprovecha de su limitación física para tratar de imponer fuerza.
El mencionado blogs lo ubica
como procedente de Ciego de Ávila que reside en La Habana desde mediados
del
2007, sin embargo ahí hay una gran mentira, pues este individuo vive en
la Ciudad de Ciego de Ávila,
en una casa que la ha levantado con el dinero que ingresa a sus
bolsillos a partir de que comenzó a dedicarse a mentir y calumniar a la
tierra
que lo vio nacer, esta vivienda inicialmente era un cuartucho y lo ha
remodelado de tal manera que la fachada exhibe puertas y ventanas
habaneras, entre otras atracciones para todo el que transita por esa
cuadra avileña.
Juan Carlos González Leiva es
invidente y se hizo abogado….. Habría que preguntarle ¿Cuánto le costó la
carrera en una universidad de la
Cuba de Fidel?
Pues este ciudadano, al que
me refiero, asistió a la reciente Cumbre de las Américas de Panamá, entre los personajuelos
que financió y preparó la ultraderecha reaccionaria de Miami y la CIA, y que pretendieron presentar en el cónclave
como integrantes de la “Sociedad Civil Cubana”
En este evento regional estuvo
codeándose con delincuentes comunes de la talla de Luís García Pérez (Antúnez),
Guillermo el Coco Fariñas, Berta Soler, Orlando Gutiérrez Boronat, quien es el
director del Directorio Democrático Cubano, voz de Radio República, y con nada
más y nada menos que Félix Ismael
Rodríguez Mendigutia, El Gato, asesino del Comandante Ernesto Che Guevara.
Aquí comparto esta imagen, donde aparece
al lado de uno de los anticubanos más reaccionarios del Sur de la Florida, Lincoln
Díaz-Balart y el disidente delincuente Antúnez, fechada el nueve de abril del presente año, cuando
preparaban las fechorías que cometerían en la Cumbre Panameña.
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