por Roberto Morejón
Entre Cuba y Venezuela existe una hermosa historia de solidaridad y
admiración recíprocas que el líder de la Revolución Bolivariana Hugo
Chávez alentó hasta sus últimos momentos.
A dos años de su intempestivo fallecimiento al cabo de una fiera
batalla contra el cáncer, los cubanos recuerdan con emoción al dirigente
del país sudamericano, fiel defensor de la continuidad de las ideas del
libertador Simón Bolívar.
Con dolor se siguió aquí la convalecencia de Chávez, atendido por médicos cubanos durante varios períodos.
En años anteriores, los cubanos habían expresado su orgullo por las
múltiples visitas de Chávez a Cuba y sus recorridos por provincias como
la surcentral Cienfuegos, para inaugurar una comunidad de petrocasas, de
tecnología de su país.
Los encendidos discursos de Chávez eran seguidos aquí con atención al
igual que los amistosos y fraternales encuentros que tenía con el líder
histórico Fidel Castro.
Es conocido que entre Fidel y Chávez surgió una anticipada hermandad,
que descansaba en la admiración mutua, incluso antes de que el
venezolano fuera el presidente de aquella nación, tras una victoria en
las urnas.
Ambos inspiraron, diseñaron, fortalecieron y protagonizaron
iniciativas y pasos encaminados al fortalecimiento de las relaciones
entre los dos países.
Desde la firma del Convenio de colaboración integral entre Cuba y
Venezuela el 30 de octubre de 2000 se abrieron las puertas para el
despliegue de planes tan útiles como las misiones Milagro y Barrio
Adentro en el país sudamericano.
Allí se logró alfabetizar a poco menos de dos millones de personas
con el método cubano “Yo sí puedo” y decenas de miles recibieron la guía
para la práctica deportiva a través de instructores enviados con ese
fin.
La firma de ese acuerdo visionario entre los dos gobiernos tiene una
grandeza inmensa no solo por la obra material que se ha concretado,
sino, sobre todo, por la de orden espiritual.
La confluencia de visiones contribuyó a que Chávez encontrara en
Fidel Castro un apoyo determinante para el surgimiento del ALBA, Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.
Hoy la Revolución Bolivariana, creación de Chávez, vuelve a estar en
peligro por las conspiraciones, sabotajes, guarimbas y otros delirios de
una parte de la oposición derechista, apoyada desde el exterior, que
nunca se resignó a admitir la constitucionalidad.
La luz que irradia Chávez guiará a los venezolanos dignos que desean
la paz, la concordia, el debate civilizado de ideas y la justicia
social.
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