jueves, 12 de marzo de 2015

Estados Unidos, declaraciones de emergencia y amenazas latentes

por Roberto Morejón
La declaración de estado de emergencia formulada por el gobierno estadounidense, alegando una supuesta amenaza de Venezuela a la seguridad nacional, constituye una decisión de suma peligrosidad porque la esgrime una potencia militar con extenso récord intervencionista.

Una ola de repulsa en América Latina y el Caribe e incluso más allá se desató después de conocerse el asombroso, discordante, inconsistente e inaceptable pronunciamiento de la Casa Blanca en relación con Venezuela, desde donde no apuntan armas hacia el Norte.

 
Estamos en presencia de un recurso frecuente de las administraciones estadounidenses, como recuerdan fuentes periodísticas, en especial el diario USA Today.
Estados Unidos declaró nada menos que 53 estados de emergencia desde 1976 a partir de que el Congreso aprobó la ley correspondiente, sin contar los referidos a desastres naturales.
El presidente estadounidense, Barack Obama, apeló a ese instrumento, al igual que sus antecesores, y con esa cobertura impuso sanciones económicas a otros países como Siria, Rusia e Irán, este último entre los más hostigados.

El entonces presidente George W. Bush firmó el estado de emergencia nacional el 11 de septiembre de 2001 que sirvió para calzar acciones de guerra con el socorrido pretexto de “luchar contra el terrorismo” en cualquier rincón del planeta, 60 o más, según se dijo.

La más reciente orden ejecutiva para declarar un estado de emergencia se enfiló contra Venezuela, país que, según la distorsionada argumentación, supone una “amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y política exterior estadounidenses”.

Los dirigentes de la Revolución Bolivariana tienen todo el derecho de adoptar las medidas defensivas, políticas y diplomáticas ante lo que ellos perciben como una planificación de ataques militares desde el país norteño.
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, preguntó atinadamente: “¿Qué armas tenemos nosotros para amenazar a Estados Unidos?”. Y afirmó: “Esta es la antesala de una invasión militar”.

Más allá de Venezuela se escucharon numerosos pronunciamientos que, cuando menos, consideraron una desproporción el anuncio de Washington, aunque prevalece el criterio de que se quiere socavar la independencia y soberanía de la nación suramericana.
La gravedad de los hechos está fuera de toda duda.

Venezuela merece la solidaridad mundial. Hasta el propio diario USA Today emitió una alerta elocuente tras considerar que las emergencias se han vuelto rutinarias en Estados Unidos y hasta ---según su criterio--- pasan inadvertidas.

“No es el caso de Venezuela”, previno el rotativo.

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